La Botella de la Calma

La semana pasada los tres cursos de infantil dedicamos unas sesiones a aprender a relajarnos. Para ayudarnos, utilizamos la botella de la calma que la hicimos en clase. ¡Nos lo pasamos muy bien experimentando con los materiales!

En Arts llenamos las botellas con agua templada, y por equipos le echamos un chorro de gomina y gel para que cogiera espesor. Una vez agitada, le comenzamos a echar purpurina de todos los colores y algunas con forma de estrella, también metimos abalorios para que flotaran por el agua y agitamos muy fuerte. Por último, el que quiso, le echó unas gotitas de colorante y para decorar la botella, pusimos pegatinas.

Esta botella nos enseña que hay a veces que estamos muy nerviosos y nerviosas o enfadados y enfadadas (como cuando agitas la botella y toda la purpurina se entremezcla en un torbellino) pero, si nos paramos un poco y nos tranquilizamos, llega la calma y la paz (si dejas quieta la botella, la purpurina va reduciendo la velocidad hasta quedarse quieta al fondo de la botella). Además, cuando ves a la purpurina moverse, parece que te deja hipnotizado o hipnotizada provocando calma en tu interior.

La estamos utilizando mucho en clase, sobretodo después del recreo para relajarnos un poco o cuando estamos muy nerviosos y nerviosas que la cogemos para relajarnos. Estamos aprendiendo muchas técnicas para controlar los impulsos.

Os animamos a que hagáis una en casa, ¡seguro que lo disfrutáis!