El viernes 16 de noviembre, mis compañeros de 1º y 2º , visitamos la casa museo de Jorge Oteiza. Fue una salida que no olvidaremos nunca.
Nos recibieron dos monitoras e hicimos dos grupos. Nos enseñaron las diferentes dependencias y sus obras: » la galaxia». » los 14 apóstoles», las cajas vacías, arquitecturas de tiza, y muchas obras más.
Nos gustó mucho cuando la monitora nos preguntó qué esculturas eran más importantes para Oteiza, las pequeñas o las grandes.
Casi todos nosotros dijimos que las grandes. ¡Qué equivocados! Nos dijo que para Oteiza, todas eran igual de importantes. Como con las personas. Da lo mismo que seamos altos o bajos, morenos o castaños. Ser de aquí o de ahí. Todos somos igual de importantes. ¡Qué mensaje tan bonito!
Y se hizo la hora de dejar el museo. Fuimos a almorzar al parque, jugamos y decidimos ir a buscar la sepultura de Jorge y su esposa Itziar.
No podíamos terminar la visita sin ir a despedirnos de él. ¡Casi no la podemos encontrar! ¡Con lo cerca que estaba!
Una profesora nos dijo que cuando murió Itziar, Jorge pidió que le llenaran la mano de tierra. Pronto descansarían juntos para siempre.
Una compañera sintió mucha lástima y empezó a llorar. Nosotros enseguida fuimos a consolarla, le abrazamos y le acompañamos hasta que se encontró mejor. Todos nos dimos cuenta de lo bonito que es sentirse acompañado, y de que cuando estamos tristes, siempre hay alguien que nos acompaña. Nunca lo olvidaremos.
¡Nos ha encantado esta visita!. Jorge, todos te queremos decir, que mientras estén tus obras, tú estarás ahí.